Arsène Wenger anda estos días muy tocado por la debacle del pasado Domingo en Old Trafford, y por las críticas que está recibiendo por vender a Cesc, a Nasri, y a Clichy. Por eso en el último día del mercado de fichajes se hizo con cuatro jugadores, el central alemán Mertesacker, el lateral izquierdo brasileño André Santos, el delantero coreano Park Chu Young, y el más ilusionante, el centrocampista español Mikel Arteta, unos fichajes necesarios, pero que no les van a poder permitir luchar por el título ni de lejos.
Yo acostumbro a ser muy crítico con Wenger, porque siempre está quejándose de que no puede competir en igualdad de condiciones con Chelsea, City, o United, pero se gasta auténticas millonadas en chavales en formación (el último caso ha sido el de Chamberlain, de 17 años, por el que ha pagado 17 millones de euros). Por eso no me valen las quejas de este señor, ya que ha vendido a todas sus estrellas por mucho dinero, y luego no ha querido fichar a otras, dejando al equipo medio muerto como está ahora.
A veces tengo la sensación de que Wenger cree que está entrenando a un filial, y no a uno de los mejores equipos del mundo. Por eso creo que la etapa de Wenger en el Arsenal debe acabar ya, reconozco que ha sacado a una infinidad de jugadores, pero estos mismos, cuando cumplen , los 23-24, se quieren ir, por la falta de competitividad que notan en su equipo y en su entrenador.
Creo que al hombre hay que agradecerle todo lo que ha hecho, pero empezar a mirar más arriba, si quieren volver a ser ese equipo que maravilló a todo el mundo cuando Vieira, y Henry lo lideraban. Por eso mismo, hasta aquí hemos llegado Arsène.
Segui @Chackson5